Las
transformaciones sociales que actualmente rodean nuestras vidas adquieren
sentido para la investigación social desde los continuos cambios relacionados
con el avance tecnológico, el surgimiento de nuevos actores sociales, el
desmembramiento de la familia tradicional centrada en un orden patriarcado, el
consumo y la individualización del individuo, la contaminación, el papel del
orden económico en la vida política, panorama que plantea nuevas posibilidades
conceptuales que hoy emergen para entender de manera compleja los asuntos que
atañen a un nuevo mundo; el derecho a ser diferente adquiere nuevas
dimensiones de orden cultural, político y hasta económico presentes ante un
orden económico que centraliza los intereses de muchos en unos y que no permite
potenciar el flujo de relaciones sociales que puedan dar solución a los serios
dilemas sociales en los que se sumerge la humanidad. La presente reflexión
busca hacer evidente como los cambios sociales acontecidos en la actualidad
re-plantean, re-definen y re-conceptualizan los conceptos por medio de los los
cuales los investigadores sociales entendían la realidad.
Ello
sugiere entonces pensar que los cambios sociales que marcan el mundo de hoy son
producto de un proceso que deviene en el surgimiento de nuevos actores
políticos, y en consecuencia nuevas formas de hacer política, que desborda
además esa mirada tradicional sobre ésta, que conlleva a creer que las únicas
formas validas de construir política estaban centradas en la relación
Estado/partidos políticos/sociedad civil. Hoy el papel de la noción cultural es
fundamental para la transformación política, pues la cultura deviene política
capaz de emerger con nuevas posibilidades de relación con el mundo,
planteamientos alternativos al modelo de desarrollo y nuevos esquemas de
organización que marcan un re-surgimiento de saberes localizados antes
invisibles para el modelo racional. Espero se diviertan, a continuación se
señalan algunos aportes de teóricos como Arturo Escobar y Leopoldo
Múnera.
¿Y QUIENES SON ESTOS MANES?
Arturo
Escobar es manizalita, ingeniero muy estudioso de las ciencias sociales su interés
se centra a partir de la pobreza que sumerge a Colombia, y tal vez en la
reflexión que todos hacemos cuando vemos como un país con los recursos que se
tienen crece más en su índice de pobreza. El Profesor presente tiene doctorado
en la Universidad de California en Filosofía, Política y planeación al
desarrollo “Allí
defendió el argumento de que el "Tercer Mundo" no es un fenómeno
realmente existente, dotado de una realidad objetiva, sino un campo de
intervención creado a partir de intereses geopolíticos de poder, sobre el que
se aplican unas determinadas tecnologías de gobierno. El "Tercer
Mundo" fue "inventado" después de la segunda guerra mundial, en
el marco de la guerra fría y de los intereses norteamericanos en América Latina
y las recién independizadas naciones de África y Asia.”
Su trabajo investigativo se
desarrollado en regiones Colombianas del pacifico apoyando diferentes luchas
por el territorio de las comunidades étnicas que allí habitan; además ha sido
docente de diferentes universidades Colombianas y extranjeras, actualmente
es docente invitado del doctorado en Antropología social de la universidad del
Cauca, pues ha estado muy cercano a la problemática indígena de esta zona.
LEOPOLDO MUNERA
Este señor es un hombre dedicado , es Abogado tiene máster en Desarrollo y en ciencia política y además en doctor en ciencia política. Su trabajo se centra en la actualidad política y toma como referencia el concepto de poder como una noción relacional que permite analizar los nuevos órdenes de movimientos sociales que emergen producto de diferentes relaciones sociales. Es además docente de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
¿Y
qué proponen?
El profe Leopoldo asume que hoy en día los cambios sociales llevan
a las categorías de análisis de las ciencias sociales a cambiar su definiciones
pues las transformaciones sociales así lo orientan, ello llevo a que el profe
Leopoldo a reflexionar sobre el concepto de poder y situarlo desde una
genealogía de su análisis, es decir una historia de su concepción; a continuación se presentan algunos aportes
interesantes:
De la fuerza al consenso
En 1922, cuando Economía y Sociedad se editó
por primera vez en alemán, Max Weber condenó al concepto de poder a vivir
dentro de las ciencias sociales como una categoría sociológicamente amorfa y
poco pertinente para comprender la sociedad. Unas líneas antes lo había
definido como la “probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una
relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento
de esa probabilidad” (Weber 2002: 43).
La condena de Weber implicó consecuencias inmediatas para el
estudio del poder; pues lo ubicó en el campo semántico de la violencia, de la
imposición pura y simple de la voluntad, y lo marginó del análisis de la
legitimidad. No sólo resaltó como irrelevante el fundamento de la probabilidad
que lo caracteriza, sino que excluyó de su comprensión la obediencia de quienes
quedan sometidos a la voluntad del poderoso. Igualmente, transformó el poder en
un acto unilateral de dominio, donde toda resistencia o intento de emancipación
es anulado en su origen, y limitó la aproximación sociológica al mismo,
contradictoriamente, al análisis de la dominación legítima.
Dos décadas después, en 1942, año de su muerte, Guglielmo Ferrero,
en su testamento intelectual, configuró una noción diferente del poder; el contraste entre Weber y Ferrero, entre la pura
imposición y la obediencia voluntaria como característica determinantes del
poder, encierra una de las dicotomías contemporáneas en la definición de este
concepto: la existente entre la fuerza y el consenso.
Tanto Ferrero como Weber compartían el interés y el
propósito de comprender y explicar la legitimidad política en virtud del
consentimiento; otorgado por quienes obedecen. No obstante, la diferencia entre
ellos no es puramente semántica. Escoger para tal efecto el poder o la
dominación como categorías analíticas y como medio heurístico, implica
restringir, en el caso de Weber, o ampliar, en el caso de Ferrero, la tensión
permanente entre la fuerza y el consenso, las dos características básicas del
símbolo más representativo de la política en la modernidad: el centauro
maquiavélico.
Aproximadamente treinta años después del trabajo de
Ferrero y medio siglo del de Weber, Hannah Arendt intentaría radicalizar la
tarea de ambos y excluir la fuerza y la violencia del ámbito del poder. Acusó a
la ciencia política de estar en una suerte de estado de postración analítica,
por no lograr diferenciar los conceptos de fuerza, violencia, poder, poderío y autoridad,
e incluirlos todos indiscriminadamente como medios que simplemente emplea el
ser humano para dominar a su prójimo.
De esta manera, Hannah Arendt convirtió el poder en
puro consenso, en una acción colectiva concertada que le otorga legitimidad al
apoyo activo o a la obediencia voluntaria dentro de una comunidad o asociación;
lo transformó en la expresión de una voluntad y un sentido comunes orientados a
conseguir objetivos colectivos y a realizar intereses generales en una
determinada sociedad.
Del
consenso a la fuerza
El reto analítico planteado por Marx, consistente en
comprender y explicar el poder desde una perspectiva que tiene como eje
fundamental la fuerza y no el consenso, fue retomado por Michel Foucault y
Pierre Bourdieu, provenientes de corrientes gnoseológicas y políticas
diferentes, que no se limitaban al marxismo.
Aunque Foucault manifestó expresamente que el
propósito de su trabajo no era el de analizar “los fenómenos del poder, ni el
de elaborar los fundamentos de tal análisis”, sino la “historia de los
diferentes modos por los cuales, en nuestra cultura, los seres humanos se
convierten en sujetos”; Foucault no define o caracteriza las fuerzas que en su
ejercicio constituyen el poder, pero, en una respuesta implícita a Arendt,
descarta que puedan ser limitadas al consenso o la violencia: “En sí mismo el
ejercicio del poder no es violencia ni tampoco un consentimiento que,
implícitamente, sea renovable. Es una estructura social de acciones posibles,
incita, induce, seduce, vuelve más fácil o más difícil: en el límite constriñe
o prohíbe absolutamente; sin embargo es siempre una manera de actuar sobre un
sujeto o unos sujetos actuantes en virtud de su actuación o su capacidad de
acción.
Capacidades
individuales y colectivas
En los albores de la modernidad política en
occidente, Hobbes definió el poder que tiene el ser humano como las facultades
del cuerpo o la inteligencia, poder original, o los medios e instrumentos para
adquirir bienes futuros, poder instrumental. En una época de desarrollo del capitalismo
mercantil, tal caracterización puso el énfasis en la propiedad por parte del
individuo de su propio cuerpo y de los bienes materiales o simbólicos.
Sin embargo, dicha propiedad no era entendida como
una apropiación real, sino como la facultad abstracta de todos los seres
humanos, destinada al dominio del mundo externo, en el que se incluía a los
otros seres humanos. Por tal razón, la riqueza, la reputación, la amistad y
hasta la buena suerte, eran consideradas como parte de esas facultades, de esas
capacidades individuales de las que disponían a los seres humanos para la acción.
Arturo
escobar
Este autor considera que nos debatimos en prácticas
discursivas “entendidas como un sistema de
relaciones que permite la creación de objetos, conceptos, teorías, y
estrategias que pretenden determinar la manera de comprender una realidad- han
determinado las reglas de juego que otorgan la autoridad de quien habla desde
el punto de vista moral y profesional.” (Pág. 158); considera importante señalar que los cambios de
hoy en día no se centran en borrar los
avances que hemos
logrado como humanidad, sino concebirlos como “aprendizajes
irremplazables como la abolición de la esclavitud y la agencia de movimientos
minoritarios como el feminismo, con su consecuente reivindicación de los
derechos humanos. Por tanto, aunque no se trata de renunciar a dichas luchas,
señala que no existe modernidad sin colonización.” (Pág. 161).
Considera importante igual que Munera la re-concepectualización
de categorías de análisis para el estudio de los problemas sociales resalta la
importancia del lugar “como la experiencia de una localidad específica con algún
grado de enraizamiento, linderos y conexiones con la vida diaria, formula
identidades en devenir; desde su visión cultural y política, parte del
reconocimiento de las múltiples formas de organizaciones humanas, en las cuales
la vida política se entremezcla con el mundo de la naturaleza y el mundo religioso.”
(Pág. 161).
Partiendo de este
panorama considera que el poder del movimiento social adquiere un nuevo sentido
donde la identidad cultural juega un papel relevante “comprende que la
identidad colectiva retoma lazos grupales primordiales articulados y anclados
más o menos en una cultura compartida y autocontenida.” (Pág. 164); considera que las prácticas de vida en el entorno permiten
que dichas identidades movilicen políticas culturales, construyendo imaginarios
colectivos alrededor de la nación, la etnia, las grupalidades, etc.
....VIDA A NUESTRAS REFLEXIONES....
....Y QUIENES SOMOS........
¿Y ES ASÍ COMO LO QUEREMOS?
"SE TRATA DE BUSCAR ACCIONES RESPONSABLES POR EL TERRITORIO QUE OCUPAMOS Y DE ESTA MANERA CONSTRUIR CAMINOS MAS AMIGABLES NO SÓLO POR NUESTRA NATURALEZA, SINO POR LA PRESERVACIÓN DE NUESTRAS RAÍCES CULTURALES"
VIDEOS PA PENSARRRRR….
ENLACE DE ARTICULO DE INTERÉS...
REFLEXIONANDO ANDO....
¿Si la explotación de recursos naturales no toma en cuenta la importancia de las comunidades humanas que habitan los territorios, que pasara con nuestra cultura?
¿Que caminos son necesarios para construir una política ambiental justa y equitativa?
¿Cual es el papel de los jóvenes a partir de las serias problemáticas sociales y ambientales que acontecen en nuestro país?
RESPUESTAS AL COMPONENTE DOS
PREPARACIÓN
1. B
2. B
3. D
4. B
5. B
6. D
7. D
8. A
9. B
10.C
EVALUACIÓN
1. C
2. D
3. A
4. B
5. C
6. B
7. C
8. B
9. C
10. C











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