lunes, 8 de julio de 2013

COMPONENTE 2: PODER, ECONOMÍA Y ORGANIZACIONES SOCIALES

Reflexión para tener en cuenta….

Las transformaciones sociales que actualmente rodean nuestras vidas adquieren sentido para la investigación social desde los continuos cambios relacionados con el avance tecnológico, el surgimiento de nuevos actores sociales, el desmembramiento de la familia tradicional centrada en un orden patriarcado, el consumo y la individualización del individuo, la contaminación, el papel del orden económico en la vida política, panorama que plantea nuevas posibilidades conceptuales que hoy emergen para entender de manera compleja los asuntos que atañen a un nuevo mundo;  el derecho a ser diferente adquiere nuevas dimensiones de orden cultural, político y hasta económico presentes ante un orden económico que centraliza los intereses de muchos en unos y que no permite potenciar el flujo de relaciones sociales que puedan dar solución a los serios dilemas sociales en los que se sumerge la humanidad. La presente reflexión busca hacer evidente como los cambios sociales acontecidos en la actualidad re-plantean, re-definen y re-conceptualizan los conceptos por medio de los los cuales los investigadores sociales entendían la realidad. 

Ello sugiere entonces pensar que los cambios sociales que marcan el mundo de hoy son producto de un proceso que deviene en el surgimiento de nuevos actores políticos, y en consecuencia nuevas formas de hacer política, que desborda además esa mirada tradicional sobre ésta, que conlleva a creer que las únicas formas validas de construir política estaban centradas en la relación Estado/partidos políticos/sociedad civil. Hoy el papel de la noción cultural es fundamental para la transformación política, pues la cultura deviene política capaz de emerger con nuevas posibilidades de relación con el mundo, planteamientos alternativos al modelo de desarrollo y nuevos esquemas de organización que marcan un re-surgimiento de saberes localizados antes invisibles para el modelo racional. Espero se diviertan, a continuación se señalan algunos aportes de teóricos como Arturo Escobar y Leopoldo Múnera. 

¿Y QUIENES SON ESTOS MANES?

Arturo Escobar es manizalita, ingeniero muy estudioso de las ciencias sociales su interés se centra a partir de la pobreza que sumerge a Colombia, y tal vez en la reflexión que todos hacemos cuando vemos como un país con los recursos que se tienen crece más en su índice de pobreza. El Profesor presente tiene doctorado en la Universidad de California en Filosofía, Política y planeación al desarrollo “Allí defendió el argumento de que el "Tercer Mundo" no es un fenómeno realmente existente, dotado de una realidad objetiva, sino un campo de intervención creado a partir de intereses geopolíticos de poder, sobre el que se aplican unas determinadas tecnologías de gobierno. El "Tercer Mundo" fue "inventado" después de la segunda guerra mundial, en el marco de la guerra fría y de los intereses norteamericanos en América Latina y las recién independizadas naciones de África y Asia.”

Su trabajo investigativo se desarrollado en regiones Colombianas del pacifico apoyando diferentes luchas por el territorio de las comunidades étnicas que allí habitan; además ha sido docente de diferentes universidades Colombianas y extranjeras, actualmente es docente invitado del doctorado en Antropología social de la universidad del Cauca, pues ha estado muy cercano a la problemática indígena de esta zona.




LEOPOLDO MUNERA


Este señor es un hombre dedicado , es Abogado tiene máster en Desarrollo y en ciencia política y además en doctor en ciencia política. Su trabajo se centra en la actualidad política y toma como referencia el concepto de poder como una noción relacional que permite analizar los nuevos órdenes de movimientos sociales que emergen producto de diferentes relaciones sociales. Es además docente de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.





¿Y qué proponen?

El profe Leopoldo asume que hoy en día los cambios sociales llevan a las categorías de análisis de las ciencias sociales a cambiar su definiciones pues las transformaciones sociales así lo orientan, ello llevo a que el profe Leopoldo a reflexionar sobre el concepto de poder y situarlo desde una genealogía de su análisis, es decir una historia de su concepción;  a continuación se presentan algunos aportes interesantes:

De la fuerza al consenso

En 1922, cuando Economía y Sociedad se editó por primera vez en alemán, Max Weber condenó al concepto de poder a vivir dentro de las ciencias sociales como una categoría sociológicamente amorfa y poco pertinente para comprender la sociedad. Unas líneas antes lo había definido como la “probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad” (Weber 2002: 43).

La condena de Weber implicó consecuencias inmediatas para el estudio del poder; pues lo ubicó en el campo semántico de la violencia, de la imposición pura y simple de la voluntad, y lo marginó del análisis de la legitimidad. No sólo resaltó como irrelevante el fundamento de la probabilidad que lo caracteriza, sino que excluyó de su comprensión la obediencia de quienes quedan sometidos a la voluntad del poderoso. Igualmente, transformó el poder en un acto unilateral de dominio, donde toda resistencia o intento de emancipación es anulado en su origen, y limitó la aproximación sociológica al mismo, contradictoriamente, al análisis de la dominación legítima.

Dos décadas después, en 1942, año de su muerte, Guglielmo Ferrero, en su testamento intelectual, configuró una noción diferente del poder; el contraste entre Weber y Ferrero, entre la pura imposición y la obediencia voluntaria como característica determinantes del poder, encierra una de las dicotomías contemporáneas en la definición de este concepto: la existente entre la fuerza y el consenso.

Tanto Ferrero como Weber compartían el interés y el propósito de comprender y explicar la legitimidad política en virtud del consentimiento; otorgado por quienes obedecen. No obstante, la diferencia entre ellos no es puramente semántica. Escoger para tal efecto el poder o la dominación como categorías analíticas y como medio heurístico, implica restringir, en el caso de Weber, o ampliar, en el caso de Ferrero, la tensión permanente entre la fuerza y el consenso, las dos características básicas del símbolo más representativo de la política en la modernidad: el centauro maquiavélico.

Aproximadamente treinta años después del trabajo de Ferrero y medio siglo del de Weber, Hannah Arendt intentaría radicalizar la tarea de ambos y excluir la fuerza y la violencia del ámbito del poder. Acusó a la ciencia política de estar en una suerte de estado de postración analítica, por no lograr diferenciar los conceptos de fuerza, violencia, poder, poderío y autoridad, e incluirlos todos indiscriminadamente como medios que simplemente emplea el ser humano para dominar a su prójimo.

De esta manera, Hannah Arendt convirtió el poder en puro consenso, en una acción colectiva concertada que le otorga legitimidad al apoyo activo o a la obediencia voluntaria dentro de una comunidad o asociación; lo transformó en la expresión de una voluntad y un sentido comunes orientados a conseguir objetivos colectivos y a realizar intereses generales en una determinada sociedad.  

Del consenso a la fuerza

El reto analítico planteado por Marx, consistente en comprender y explicar el poder desde una perspectiva que tiene como eje fundamental la fuerza y no el consenso, fue retomado por Michel Foucault y Pierre Bourdieu, provenientes de corrientes gnoseológicas y políticas diferentes, que no se limitaban al marxismo.

Aunque Foucault manifestó expresamente que el propósito de su trabajo no era el de analizar “los fenómenos del poder, ni el de elaborar los fundamentos de tal análisis”, sino la “historia de los diferentes modos por los cuales, en nuestra cultura, los seres humanos se convierten en sujetos”; Foucault no define o caracteriza las fuerzas que en su ejercicio constituyen el poder, pero, en una respuesta implícita a Arendt, descarta que puedan ser limitadas al consenso o la violencia: “En sí mismo el ejercicio del poder no es violencia ni tampoco un consentimiento que, implícitamente, sea renovable. Es una estructura social de acciones posibles, incita, induce, seduce, vuelve más fácil o más difícil: en el límite constriñe o prohíbe absolutamente; sin embargo es siempre una manera de actuar sobre un sujeto o unos sujetos actuantes en virtud de su actuación o su capacidad de acción.

Capacidades individuales y colectivas

En los albores de la modernidad política en occidente, Hobbes definió el poder que tiene el ser humano como las facultades del cuerpo o la inteligencia, poder original, o los medios e instrumentos para adquirir bienes futuros, poder instrumental.  En una época de desarrollo del capitalismo mercantil, tal caracterización puso el énfasis en la propiedad por parte del individuo de su propio cuerpo y de los bienes materiales o simbólicos.

Sin embargo, dicha propiedad no era entendida como una apropiación real, sino como la facultad abstracta de todos los seres humanos, destinada al dominio del mundo externo, en el que se incluía a los otros seres humanos. Por tal razón, la riqueza, la reputación, la amistad y hasta la buena suerte, eran consideradas como parte de esas facultades, de esas capacidades individuales de las que disponían a los seres humanos para la acción.

Arturo escobar

Este autor considera que nos debatimos en prácticas discursivas “entendidas como un sistema de relaciones que permite la creación de objetos, conceptos, teorías, y estrategias que pretenden determinar la manera de comprender una realidad- han determinado las reglas de juego que otorgan la autoridad de quien habla desde el punto de vista moral y profesional.” (Pág. 158); considera importante señalar que los cambios de hoy en día no se centran en borrar los avances que hemos logrado como humanidad, sino concebirlos como “aprendizajes irremplazables como la abolición de la esclavitud y la agencia de movimientos minoritarios como el feminismo, con su consecuente reivindicación de los derechos humanos. Por tanto, aunque no se trata de renunciar a dichas luchas, señala que no existe modernidad sin colonización.” (Pág. 161).

Considera importante igual que Munera la re-concepectualización de categorías de análisis para el estudio de los problemas sociales resalta la importancia del lugar “como la experiencia de una localidad específica con algún grado de enraizamiento, linderos y conexiones con la vida diaria, formula identidades en devenir; desde su visión cultural y política, parte del reconocimiento de las múltiples formas de organizaciones humanas, en las cuales la vida política se entremezcla con el mundo de la naturaleza y el mundo religioso.” (Pág. 161).

Partiendo de este panorama considera que el poder del movimiento social adquiere un nuevo sentido donde la identidad cultural juega un papel relevante “comprende que la identidad colectiva retoma lazos grupales primordiales articulados y anclados más o menos en una cultura compartida y autocontenida.” (Pág. 164); considera que las prácticas de vida en el entorno permiten que dichas identidades movilicen políticas culturales, construyendo imaginarios colectivos alrededor de la nación, la etnia, las grupalidades, etc.

En consecuencia el poder del movimiento social toma como referencia las prácticas que constituyen identidad, producto de la relación con el espacio y explicito en nuestras prácticas cotidianas, desde la familia hasta las relaciones que ejercemos con los amigos del colegio, el barrio la localidad. Este entramado de relaciones deviene en diferentes formas de organización social en la cual confluyen intereses sobre el territorio. Dichos intereses son de diversos órdenes y dan forma al panorama que rodea el contexto social que envuelve la vida cotidiana. Desde esta interpretación  es posible considerar el movimiento social como una fuerza política producto de relaciones sociales que permite la transformación de las sociedades y que deviene en el surgimiento de nuevos actores sociales donde la identidad cultural del sujeto constituye un valor significativo para la generación de alternativas a los problemas contemporáneos.

....VIDA A NUESTRAS REFLEXIONES....

....Y QUIENES SOMOS........





 ¿Y ES ASÍ COMO LO QUEREMOS?





"SE TRATA DE BUSCAR ACCIONES RESPONSABLES POR EL TERRITORIO QUE OCUPAMOS Y DE ESTA MANERA CONSTRUIR CAMINOS MAS AMIGABLES NO SÓLO POR NUESTRA NATURALEZA, SINO POR LA PRESERVACIÓN DE NUESTRAS RAÍCES CULTURALES" 

VIDEOS PA PENSARRRRR….




ENLACE DE ARTICULO DE INTERÉS... 

REFLEXIONANDO ANDO....

¿Si la explotación de recursos naturales no toma en cuenta la importancia de las comunidades humanas que habitan los territorios, que pasara con nuestra cultura?
¿Que caminos son necesarios para construir una política ambiental justa y equitativa? 
¿Cual es el papel de los jóvenes a partir de las serias problemáticas sociales y ambientales que acontecen en nuestro país?

RESPUESTAS AL COMPONENTE DOS
PREPARACIÓN
1. B
2. B
3. D
4. B
5. B
6. D
7. D
8. A
9. B
10.C
EVALUACIÓN
1. C
2. D
3. A
4. B
5. C
6. B
7. C
8. B
9. C
10. C





No hay comentarios:

Publicar un comentario